Ninguna de estas premisas se cumplió. El coste final del Hospital Universitario de Burgos se amplió a 454 millones de euros y las obras finalizaron en el año 2012, con tres años de retraso sobre el plazo prometido.
Pero lo más grave de todo es que el modelo de Concesión de Obra Pública utilizado por la Junta para la construcción de este nuevo hospital ha ocasionado que el canon inicial de 37 millones anuales que el SACYL debía abonar a la empresa concesionaria se haya prácticamente duplicado ascendiendo a los 71 millones de euros.
En este video realizado por un grupo de alumnas y alumnos del IES Diego Marín Aguilera, de Burgos, nos explican muy bien como el sobrecoste y el modelo de gestión privada elegido por la Junta de Castilla y León para el HUBU ponen en riesgo la sostenibilidad del Sistema Público de Salud en toda la Comunidad autónoma.
Lejos de mejorar la calidad asistencial para los ciudadanos, esta forma de privatización de un servicio público esencial como la sanidad ha supuesto para Burgos un mayor aumento de las listas de espera y muchos otros problemas derivados de la reducción de plantillas y de la política de recortes que ha sido necesario aplicar para pagar las deudas contraídas con la empresas concesionarias del HUBU, mucho más preocupadas por hacer negocio que por mejorar la salud de las personas.